Reflexión sobre la brecha entre empresas tradicionales y clientes digitales

Reflexión sobre la brecha entre empresas tradicionales y clientes digitales

Las competencias digitales de las personas están por delante de la capacidad tecnológica de las empresas. Esta brecha entre ser digital en lo personal y como clientes y analógicos en lo empresarial hace evidente que no estamos aprovechando la capacidad de los empleados para avanzar en la digitalización de las empresas. La falta de mentalidad digital en el seno de nuestras empresas se convierte en un inhibidor de la transformación digi­tal.

Es evidente la necesidad de líderes con mentalidad digital que, sin necesidad de ser tecnólogos, tengan un buen conocimiento general acerca de la tecnología digital y estén al día con las últimas innovaciones y cómo afectan al núcleo de sus servicios y productos, sus procesos y su modelo de negocio. Que comprendan cómo una nueva tecnología puede convertirse en una ventaja competitiva para las empresas que la incorporan y, en cambio, puede destruir a las empresas que no son capaces de adoptarla.

Cuando se habla de transformación digital no se hace referencia a las empresas nativas digitales, que no lo precisan, sino a aquellas empresas tradicionales de todos los sectores, tanto de la industria como de los servicios, que necesitan ese proceso de transformación para sobrevivir en un momento donde cada vez más productos son digitalizados dando lugar a nuevas oportunidades y amenazas a un ritmo acelerado.

 


Aclaremos algunos conceptos:

  • Transformación digital: proceso por el cual las empresas tradicionales reaccionan ante la disrupción introduciendo innovaciones para evitar la fuga de clientes hacia los productos y servicios disruptivos.
  • Modelo de empresa digital: modelo de transformación digital basado en el liderazgo y la estrategia digital para asegurar el futuro de la empresa por medio de un proceso de cambio continuo que dará lugar a una nueva naturaleza de la empresa.
 

En el concepto de empresa digital se aúnan dos objetivos, uno de corto plazo, como es el de mejorar la ventaja competitiva asegurando su crecimiento, y otro de medio plazo centrado en que las empresas tradicionales se adapten a una nueva naturaleza digital integrando los continuos cambios que la digitalización está suponiendo en los últimos años.

Hace unos años, la estrategia de transformación se asimiló en muchas empresas con la estrategia de marketing digital, y se desarrolló básicamente desde el Departamento de marketing.

Hoy en día, estas prácticas se han extendido a los departamentos de ventas, recursos humanos, servicio al cliente etc.

 


Las empresas tradicionales han utilizado diversas estrategias de digitalización con diferentes niveles de éxito y de fracaso. Hoy en día, es necesario identificar cuáles son los canales y medios digitales adecuados para nuestra empresa, cómo se comportan nuestros compradores potenciales en la red, y tener líderes digitales capaces de implementar y desplegar nuestra estrategia de digitalización.

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